La nobleza, más que un título

Con respecto a la carta al director del señor Faustino Menéndez Pidal de Navascués que este periódico publicó el 8 de junio de este año, me gustaría ejercer el derecho de réplica para hacer algunas aclaraciones, pues en ella se asegura que los títulos nobiliarios de mi familia como condes de Argelejo, barones de Les y marqueses de Rosalmonte están vacantes. Es cierto que los títulos no están habilitados administrativamente, aunque en verdad fueron concedidos a perpetuidad por el Rey. Obviamente, por los apellidos y genealogía se puede comprobar que en cualquier caso mi abuelo paterno, mi padre y yo somos los descendientes de esa sangre azul, aunque no se hayan pagado impuestos reales. No es cierto que no se puedan rehabilitar oficialmente, ya que una persona de una rama familiar lejana intentó en los 80 adquirir el de Conde de Argelejo, pero la Casa Real se lo denegó argumentando que existían otros sucesores de linaje directo, nosotros. De cualquier forma, la nobleza es algo más que un título. Mi nombre es Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez, descendiente de los Condes de Argelejo, Barones de Les y Marqueses de Rosalmonte, guste o no a otros aristócratas de papel.

Alejandro Cao de Benós
Delegado especial y presidente de la Asociación de Amigos de Corea del Norte

(Carta al Director publicada en ABC)